PARRANDERO
Theofanes Van-Strahlem Royero, es un chiriguanero
de pura cepa que se mudó a vivir en Tamalameque, por su trabajo de pagador en
el I.T.A. y porque probó de la famosísima agua del pozo del Machín. Con
aproximadamente 32 años de vivir en Meque se declara ferviente devoto de la
milagrosa Virgen de Chiquinquirá, a la que se le celebra fiesta del 2 al 8 de
septiembre en su querida Chiriguaná. Acá
en Meque a la distancia, “Theo” como es más conocido, celebra las festividades
religiosas de su amada Virgen, llegando a organizar parrandas de dos, tres y hasta
cuatro días en su casa, eso sí acompañado de buena comida y sonoros voladores
que anuncian a todos, está “Theo” bebiendo.
Aunque no es un constante bebedor, pues deja pasar
largos meses sin beber; todos en Meque sabemos que cuando la agarra es para
demorar y que todo el que ose acompañarlo indiscutiblemente será emborrachado
por “Theo”, y pasando a la larga lista de amigos arrumados y dormidos por él. Gran fama ha conquistado que muchos invitados
por él, tempranito se van para evitar la consabida pea o no pasar la pena.
THEO Y “PEPE” NOGUERA:
Se cuenta que corriendo los años
90, llegó a Meque El Sr. “Pepe” Noguera, nombrado sindico del Hospital de
Tamalameque y trayendo consigo una no muy envidiable fama de ser un bebedor de
esos que aguantan toda clase de bebida y muchos días de parranda. No falta el careador en estos casos y fue
Diógenes Pino Ávila el encargado del careo.
- ¡Compa “Theo”!, Le llegó la tapa de los peroles.
– Le insinuó pícaramente Diógenes.
- ¿Cómo así? – Interroga “Theo”.
- ¡Llegó al hospital un nuevo
sindico!, Pepe Noguera, ¡dizque ha recogido a los bebedores mas bravos del Valle!
– Atosigaba Pino, sobándose su pronunciada barba.
- ¡Mierda! ¿Y a dónde está el
hombre? – Pregunta “Theo”, con la espina ya incrustada.
- Esta tarde le vamos hacer la
recepción donde vivo. ¿Te gustaría ir?
- ¡Mierda!, vamos a ver cuál es
la bulla del hombre.- Dijo “Theo” sacando una pecho hundio de medallo que tenía
en la nevera.
Salieron los dos amigos a casa de Pino y en el
camino encontraron a Luis “Luchito” Aguilera, a quien invitaron. Llamaron a
Pepe y no fue bien llegado cuando lo recibió “Theo” con un trago rebosante de
ron, este se lo tomó y casi no alcanzaba a bajar el vaso cuando ya “Theo” le
tenía el otro servido.
- ¡Tome compa!, que aquí la
vaina es bebiendo. – Le dice “Theo” tomándose el trago de él. – Hoy vamos a
beber hasta que caiga dormido uno de los dos.
Pasada dos horas y con un
endemoniado ritmo de servidas y tomadas de trago por todos, Pepe sintiendo sus
piernas desfallecer se acuesta en un chinchorro. “Theo” lo sigue de cerca sentándosele al lado
con botella en mano. Pepe por momentos
cerraba los ojos y “Theo” aprovechaba para servirle otro trago mas mientras lo
llamaba.
- ¡Este es el mío! – Mostraba un
trago a Pepe y se lo tomaba. - ¡Y este es el tuyo!, ¡Tómatelo! – Insistía.
- ¡Déjame quieto “Theo”!,
¡déjame dormir! – Desesperado le grita Pepe.- ¡Me ganaste!
- ¡Mierda! Si pepe se volvió fue
pura propaganda. – alegre dice Theo a Pino y sigue bebiendo muy tranquilamente.
THEO Y “GEÑO”:
Recibió “Theo” un buen pago
atrasado y celebraba donde Mayra Montesinos el tan esperado pago. De pura
casualidad, lo puedo jurar, pasó por allí Luis Eugenio “Geño” Imbretchs y
“Theo” lo invitó a tomarse un trago de una panchita que ya casi se le acababa.
- ¡Yo no me ensucio la boca con
un trago! – Comentó “Geño”, mirando la botella.
- ¡Mandate una! – Solicitó
“Theo” a “Geño” haciéndose el varado.
- ¡Estoy mondao! – Replica “Geño” tomándose el
trago y jalando una silla.
- ¡No te sentei!, toma estos
$20.000.= y cómprate un garrafón de medallo, para que nos ensuciemos la boca. –
Lo pica “Theo” sacando un fajo de billetes.- Los inquietos ojos de “Geño” le
saltaban aceleradamente mientras alegre iba a comprar el garrafón.
Tragos iban y tragos venían, para estos dos
hombres con pensamientos distintos: “Theo” emocionado porque tenía compañero
para beber y “Geño” preocupado porque ya estaba borracho y la garrafa nada que
pasaba de la mitad. Sin inmutarse “Theo” servía trago y bebía mientras “Geño”
hacía esfuerzos sobre humanos para no vomitarlos.
- ¡Voy a echar una meada! – Solicitó “Geño”,
buscando una excusa para escapársele.
- ¡Dave!...- Responde “Theo”.
Aprovechando las sombras de los
árboles y los alares de las casas, “Geño” a escondidas se aleja pegado a las
paredes de las casas, con tan mala suerte que “Theo” se para también a mear y
lo alcanza a ver.
- “Geñito” vení, no huyai…
¡vení! pa ahítate a ron so gorrero. – Le grita, mientras “Geño” acrecienta el
paso camino a su casa.
THEO Y LOS HERMANOS MOLINA SEPULVEDA:
A
mediados de la fiesta del Santísimo Cristo de Tamalameque en el año 2007, bebía
“Theo” en su casa y pasaban por ahí los Hermanos: Álvaro José Molina Sepúlveda
y Enrique “Quique” Molina Sepúlveda, muchachos que aunque jóvenes también
aguantan sus traguitos. Venían los
hermanos de parrandear y con ganas de dormir, pero “Theo” al verlos los invitó
a tomar. Los hermanos se sentaron a
acompañarlo y muy hábilmente “Quique” se adueñó de la botella y se dedicó a
servir el trago. Por venir ya deseosos
de dormir, “Quique” simulaba echar trago en los vasos de él y su hermano,
mientras que el de “Theo” se lo rebozaban. Encendieronlo a trago, de tal forma que el
pobre “Theo” no aguantó el final de la botella y se quedó dormido, lo que los
hermanos aprovecharon para irse a casa.
Amaneció y los primeros rayos de sol despertaron a
“Theo”, este mira a todos lados y no ve a los hermanos Molina.
- ¡Mierda me emborracharon estos pelaos! –
Preocupado se rascaba la cabeza “Theo” por la consabida perdida de su honor. Encendió su moto y se dirigió a casa de los
Molina. Tocó a la puerta, la que abrió
el señor José Ángel Molina, abuelo de los muchachos.
- ¡Mierda!, Don José, ¿A dónde está “Quique”? – Le
preguntó.
- ¿Para qué sería?
- ¡Mierda!...fue que anoche le
di a guardar las llaves de mi oficina y Lucy la rectora del colegio me mandó a
hacerle unos papeles que necesita para mandar al Valle. – Mintió “Theo”.
- Ya se lo llamo.
Apenas asomó “Quique” la cabeza por la puerta
cuando ya “Theo” lo tenía agarrado por la mano.
- ¡Veni acá! – Le dice
subiéndolo a la moto.
“Quique” aún adormitado lo
acompaña y “Theo” lo lleva a su casa adonde ya tiene un garrafón de Medellín
sin destapar.
-¡Ahora si “Quique”!, ahora es que vamos a ver
quien se duerme…porque de ahora en adelante va a ser puro trago vigilado. – le
dice sirviendo él mismo el trago.
No pasó media hora y el pobre “Quique” ya se
dormía, a lo que “Theo” replica:
- ¡Mierda!...yo si decía que algo raro
había pasado anoche.
Aún espera “Theo”, quien pueda quitarle el record
de aguantar trago durante varios días…y durmiendo a todo el que se le
atraviese.
FIN.
EDGAR ALFONSO PEÑALOZA ROBLES.