miércoles, 20 de abril de 2011

SIMON BOLIVAR EN TAMALAMEQUE...

Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y Blanco, mejor conocido como Simón Bolívar , (Caracas, 24 de julio de 1783 — Santa Marta, Colombia, 17 de diciembre de 1830) fue un militar y político venezolano, una de las figuras más destacadas de la Emancipación Americana frente al Imperio español junto con el argentino José de San Martín. Contribuyó de manera decisiva a la independencia de las actuales Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela. Le fue concedido el título honorífico de Libertador por el Cabildo de Mérida en Venezuela que, tras serle ratificado en Caracas, quedó asociado a su nombre. Los problemas para llevar adelante sus planes fueron tan frecuentes que llegó a afirmar de sí mismo que era "el hombre de las dificultades" en una carta dirigida al general Francisco de Paula Santander en 1825.
Participó en la fundación de la Gran Colombia, nación que intentó consolidar como una gran confederación política y militar en América, de la cual fue Presidente. Bolívar es considerado por sus acciones e ideas el "Hombre de América" y una destacada figura de la Historia Universal, ya que dejó un legado político en diversos países latinoamericanos algunos de los cuales le han convertido en objeto de veneración nacionalista. Ha recibido honores en varias partes del mundo a través de estatuas o monumentos, parques, plazas, etc.

Bolívar fue autorizado por Monteverde a trasladarse el 27 de agosto de 1812 a la isla de Curaçao, ocupada por los ingleses, en la goleta española Jesús, María y José junto con José Félix Ribas, Vicente Tejera y Manuel Díaz Casado, donde permaneció un corto período de tiempo. Después se trasladó a Cartagena de Indias, en Nueva Granada, donde el proceso independentista se había iniciado el 20 de julio de 1810 y había desembocado en la formación de varías Juntas supremas que rivalizaban entre sí. En este panorama compuso un manuscrito conocido como el Manifiesto de Cartagena, en el cual hizo un análisis político y militar de las causas que provocaron la caída de la Primera República de Venezuela y exhortaba a la Nueva Granada a no cometer los mismos errores que Venezuela para no correr la misma suerte. También en este manifiesto proponía fórmulas que ayudaran a remediar las divisiones y a promover la unión de los distintos pueblos de América para lograr el objetivo común, la Independencia.
Así al poco tiempo de llegar, Bolívar solicitó al gobierno de Cartagena prestar servicio en sus tropas y le fue concedido el mando de una guarnición de 70 hombres en la pequeña localidad de Barrancas con la que empezaría a forjarse su futuro prestigio militar.

Al principio, Bolívar estaba subordinado a un aventurero francés llamado Pierre Labatut pero, en contra de las órdenes de este, decidió tomar la iniciativa realizando una campaña para derrotar a las partidas realistas que se encontraban en las orillas del río Magdalena a la vez que aumentaba el adiestramiento y el contingente de sus tropas. Como resultado de esta campaña, logró liberar varias poblaciones como Tenerife, El Guamal, El Banco, TAMALAMEQUE y Puerto Real de Ocaña; logró derrotar a diversas guerrillas realistas que operaban en la zona y finalmente ocupó Ocaña.

Hacia fines del año 1812 Bolívar ya entraba en acción al servicio del “Estado de Cartagena”. Lo destinaron a las fuerzas que bajo el mando superior del aventurero francés Pierre Labatut combatían a los realistas de Santa Marta. Pero se le encomendó una misión al parecer de poca monta: la de defender, con una guarnición de menos de doscientos hombres, el mísero pueblo de Barrancas (Hoy Calamar) en la ribera occidental del Magdalena. Claro está que una misión así, puramente defensiva y aburridora, no era del agrado del oficial venezolano cuyas miras se fijaban en todo caso en la reconquista de Caracas. Por consiguiente, haciendo caso omiso de las instrucciones de Labatut y sin darle aviso a nadie, improvisó por iniciativa propia una flotilla fluvial de canoas y piraguas o cualquier cosa que flotase, partió Magdalena arriba y tomó por sorpresa el pueblo de Tenerife, defendido por una fuerza realista superior a la suya. Los enemigos en su retirada abandonaron unas embarcaciones y material de guerra, con todo lo cual Bolívar pudo reforzar su escuadrilla.

Casi sin descansar Bolívar siguió hasta Mompós que cayó en sus manos el 27 de diciembre. Allí obtuvo más refuerzos y con unos quinientos hombres se dirigió a Tamalameque y Puerto Real (Hoy Gamarra), otros puertos fluviales de menor importancia pero que formaban parte de la cadena de puntos fuertes realistas que habían cortado la comunicación por el río. Después de tomados los dos, dejó el valle del río para avanzar sobre la cordillera oriental de los Andes colombianos siempre en dirección a Caracas. Con tal serie de victorias, él también había levantado nuevamente la moral de los patriotas, que no es nada sorprendente que el gobierno de Cartagena desoyera las recriminaciones de Labatut sobre la desobediencia de su subordinado.

Bolívar enfrentó a los realistas el 3 de enero de 1813 en TAMALAMEQUE en donde los derrotó con la ayuda de sus soldados y el pueblo. Un ¡Viva! A todos los héroes que dieron su sangre por la independencia del yugo español. Y otro mas grande al “Libertador”, quien en plan de batalla visitó a Tamalameque, tierra amable, histórica, folclórica y cultural que con humildad y sangre chimila, puso su granito de arena en “La Independencia de Colombia” 

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